29 julio 2013

Más vegetación por más CO2

 
 
Hasta la fecha, los científicos pensaban que las plantas respondiesen a los crecientes niveles de dióxido de carbono atmosférico a través de un uso más eficiente del agua.pero han obtenido la evidencia directa de este fenómeno en 21 bosques del hemisferio norte. Con todo, el alcance de dicho efecto es mayor de lo predicho por los modelos actuales.

En un estudio publicado en la revista Nature,informan que, en los últimos 20 años, los bosques han usado el agua de una manera más eficiente de lo que pensábamos. Según sus conclusiones, se debe a un aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, por lo que sus resultados suponen una reevaluación de los modelos del ciclo del carbono.

La cantidad de CO2 presente en la atmósfera terrestre está aumentando a un ritmo sin precedentes. Durante el mes de mayo de este año, se detectaron valores de 400 partes por millón, esto es, un 43 por ciento más que la concentración registrada en la época preindustrial. Gran parte de este incremento se produjo en los últimos 20 años, con una tasa de aumento del 5 por ciento por década.
 
Esto debería haber estimulado la productividad de la vegetación mundial, puesto que a mayor concentración de CO2 correspondería un aumento de la tasa de fotosíntesis y una reducción del consumo de agua por parte de las plantas. Sin embargo, hay pocos datos de calidad y a largo plazo que permitan detectar los efectos de tal fenómeno, por lo que los modelos actuales se basan en medidas obtenidas de manera indirecta.

El nuevo estudio, en cambio, aporta datos experimentales que ofrecen una nueva visión sobre la productividad de las plantas y su uso del agua. Gracias a instrumentos ubicados encima de torres en medio de la vegetación, los investigadores han medido la absorción de carbono y el consumo de agua de ecosistemas con una superficie de hasta un kilómetro cuadrado. En concreto, han obtenido datos que les han permitido analizar los cambios a largo plazo y a gran escala del uso eficiente del agua para una amplia gama de bosques.

Durante el proceso de fotosíntesis, las plantas pierden agua a través de la evaporación cada vez que abren sus poros (estomas) para permitir el ingreso del CO2. El consumo de agua representa, por tanto, una medida de la velocidad del intercambio entre vapor de agua y dióxido de carbono. Por otro lado, niveles elevados de CO2 en la atmósfera implican una mayor captación de este gas y un menor consumo de agua por parte de las plantas y, por consiguiente, una mayor eficiencia de los ecosistemas forestales. Se piensa, por tanto, que el conocimiento de la gestión de sus recursos hídricos constituye un buen indicador de los efectos de las concentraciones del dióxido de carbono atmosférico en la vegetación.

Según Keenan y sus colaboradores, el uso del agua registrado para 21 bosques del hemisferio norte en las últimas dos décadas ha mostrado una notable mejora. Las tasas de crecimiento de la vegetación resultaron elevadas (con un valor promedio anual cercano al 3 por ciento) y estadísticamente significativas en todos los sitios analizados. Ello indica una tendencia mucho mayor de la que predicen los modelos actuales sobre la respuesta de las plantas al CO2 y el ciclo del carbono.

El hallazgo, basado en observaciones directas, podría implicar que las plantas son considerablemente más sensibles al aumento de CO2 de lo que se pensaba, o bien que otros factores desconocidos subyacen a la tendencia observada.
 
   Fuente:




14 julio 2013

Tiene razon...

 

En la fila del supermercado, la cajera le dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de tela a ser posible, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente.

La señora pide disculpas y explica: “Es que no había esta moda verde  en mis tiempos.”

La empleada le contestó: “Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente.”

La señora contesto: Tiene razón: nuestra generación no tenía esa moda....:

En mis tiempos, las botellas de leche, las botellas de gaseosa y las de cerveza se devolvían a la tienda.


La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez.

Así, realmente las reciclaban.

Pero lleva razón, no teníamos esta moda verde en nuestros tiempos.

Subíamos las escaleras, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio ni oficina.


Íbamos andando a las tiendas en lugar de ir en coches de 300 caballos de potencia cada vez que necesitábamos recorrer 200 metros.

Pero tiene Vd. toda la razón. No teníamos la moda verde en nuestros días.

Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no los había desechables.


Secábamos la ropa en tendederos, no en secadoras que funcionan con 220 voltios.

La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa.

Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos.

Pero está en lo cierto: no teníamos una moda verde en nuestros días.

Entonces teníamos una televisión, o radio, en casa, no un televisor en cada habitación.


Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo, no una pantallota del tamaño de un estadio de futbol.

En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen por nosotros.

Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no cartones preformados o bolitas de plástico.

En esos tiempos no arrancábamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el césped; usábamos una podadora que funcionaba empujandola.

Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre cintas mecánicas que funcionan con electricidad.

Pero claro que está Vd. en lo cierto: no había en esos tiempos una moda verde.

Bebíamos del grifo o poniamos las manos haciendo un cuenco para el agua cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua.


Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las cuchillas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la maquina afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo.

Pero,eso sí, no teníamos una moda verde por entonces.

En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o el autobús y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o andando, en lugar de usar a su mamá como taxista las 24 horas


Teníamos un enchufe en cada habitación, no un regleta de enchufes para alimentar una docena de artefactos.

Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima.

Así que me parece lógico que la actual generación se queje continuamente de lo irresponsables que éramos los ahora viejos por no tener esta maravillosa moda verde en nuestros tiempos.
 
Sinceramente una historia que da para pensar...

Normalmente se le echa la culpa a nuestras anteriores generaciones de el daño ambiental que hay ahora, pero después de leer esto, aún lo crees?

No seremos nosotros los que con tanto avance estaremos cargándonos el medio ambiente en vez
 de sanearlo????....

(copiado del muro de face de una buena amiga)

04 julio 2013

¿Sabes cómo evitar la picadura de los mosquitos?


 
En verano, es habitual que los mosquitos comiencen a revolotear en lugares húmedos y cálidos, en zonas costeras o montañosas. Son las hembras de estos insectos las que  extraen la sangre, de cualquier animal, pero sobre todo de mamíferos, para poder ingerir suficientes proteínas para completar la maduración de sus huevos.
 
Nuestra sangre está entre sus favoritas no por su sabor, sino por la escasa densidad de nuestra piel. En España, estos insectos no transmiten enfermedades crónicas. Sin embargo, su picadura molesta y puede resultar dolorosa.

Para poder extraer la sangre con mayor facilidad, los mosquitos cuentan en su saliva con un anticoagulante muy potente que introducen en nuestro torrente sanguíneo al picarnos De esta forma, bloquean la acción solidificante de las plaquetas de nuestra sangre, evitando que la herida se cierre y la sangre deje de salir. Sin embargo, nuestro sistema inmunitario reconoce esa sustancia introducida por el insecto como algo ajeno al cuerpo y la ataca, lo que provoca la inflamación de la zona y la picazón.

Para evitar molestias, y enfermedades si se viaja a países tropicales, la especialista recomienda seguir estos consejos:

-Usar un repelente que cuente entre sus principios activos con la dietiltoluamida (DEET), considerada el repelente más eficaz por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

-Para atenuar el dolor y el picor, aplicar tratamientos calmantes con amoniaco, que neutraliza la toxina introducida por el insecto.

-Evitar áreas con agua empozada, donde los insectos tienen sus nidos.

-Extremar precauciones entre el anochecer y el amanecer, horas en que los mosquitos pican habitualmente.

-Evitar colonias con olores dulces y jabones con perfumes.

-Mantener una buena higiene corporal, porque la sudoración y los olores fuertes, como el de los pies, atraen a los mosquitos.

-Usar ropa que cubra la piel: manga larga, pantalones largos y calcetines, que sean claros y opacos.

-Sacudir la ropa antes de usarla, si la hemos tendido en el exterior.

-Apagar la luz cuando se abre la ventana, ya que los mosquitos acuden a la luz.

-Cuando se viaja con niños y bebés, emplear mosquiteras para la cama y la cuna, fijándolas bajo el colchón. También pueden colocarse en ventanas y puertas.