La leche materna y la calidad que tendrá el esperma del hijo en el futuro están directamente relacionadas.
Por primera vez, un estudio científico sugiere que, además de los contaminantes ambientales acumulados en la madre y que transmite al vástago durante el embarazo, la lactancia también puede alterar el desarrollo de los testículos y por tanto provocarle baja concentración de espermatozoides (oligospermia).
Un equipo de investigación han llevado a cabo un estudio que compara los niveles de sustancias contaminantes químicas que hay en la leche materna de mujeres de zonas rurales y el de residentes en entornos industriales.
El trabajo, publicado en la Revista Internacional de Andrología , concluye que la leche materna de las residentes en entornos industriales contiene un nivel de tóxicos hasta cuatro veces superior a la de las madres de zonas rurales.
Según la doctora jefa de Reproducción Asistida del Institut Marquès y directora del estudio, «los mayores niveles de oligospermia se localizan en las comunidades con mayor grado de industrialización y creemos que se debe a la exposición del embrión a los contaminantes químicos»
Este trabajo confirmó esta gran diferencia: «Se refuerza la hipótesis de que los tóxicos ambientales transmitidos de madre a hijo en el embarazo y la lactancia pueden ser una de las claves de la infertilidad masculina»
El problema comienza cuando los falsos estrógenos, los elementos tóxicos del ambiente, compiten con la testosterona y hacen que los testículos de los niños no puedan desarrollarse bien.
Por primera vez, un estudio científico sugiere que, además de los contaminantes ambientales acumulados en la madre y que transmite al vástago durante el embarazo, la lactancia también puede alterar el desarrollo de los testículos y por tanto provocarle baja concentración de espermatozoides (oligospermia).
Un equipo de investigación han llevado a cabo un estudio que compara los niveles de sustancias contaminantes químicas que hay en la leche materna de mujeres de zonas rurales y el de residentes en entornos industriales.
El trabajo, publicado en la Revista Internacional de Andrología , concluye que la leche materna de las residentes en entornos industriales contiene un nivel de tóxicos hasta cuatro veces superior a la de las madres de zonas rurales.
Según la doctora jefa de Reproducción Asistida del Institut Marquès y directora del estudio, «los mayores niveles de oligospermia se localizan en las comunidades con mayor grado de industrialización y creemos que se debe a la exposición del embrión a los contaminantes químicos»
Este trabajo confirmó esta gran diferencia: «Se refuerza la hipótesis de que los tóxicos ambientales transmitidos de madre a hijo en el embarazo y la lactancia pueden ser una de las claves de la infertilidad masculina»
El problema comienza cuando los falsos estrógenos, los elementos tóxicos del ambiente, compiten con la testosterona y hacen que los testículos de los niños no puedan desarrollarse bien.
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