15 octubre 2009

Juego Online – PicmaPor



La cosa viene para pensar, porque no todo puede ser destrucción, sangre y vísceras. Picma es un juego de nonogramas (o picross), en el que usando la lógica de los sudoku (que es más o menos parecida) deberás revelar la imagen escondida en una planilla cuadriculada.

¿Es un pájaro?

¿Es un avión?

Ah, no… era un nonograma.

Picma es un juego para pocos y solo para jugar en momentos especiales.

No tiene sangre, no tiene acción, no hay disparos, ni zombies, ni nada que se le parezca.

De hecho, hasta podría ser un juego en papel, que no habría demasiada diferencia.

Pero quien haya tenido la oportunidad de jugar un acertijo picross sabrá lo adictivo que pueden ser. Picma es eso, un gigantesco juego para despuntar el vicio del picross.

¿Y con qué se come eso?


Un ejemplo de nonograma de dificultad media
Conocidos también como nonogramas, los picross son una especie de sudoku pero con colores en vez de números. Los nonogramas se presentan en una planilla cuadriculada, y cuentan con una serie números en la parte superior o inferior, y otra serie de números en uno de los laterales.

Cada serie de números se corresponde con una columna o fila.

Estos números, por su parte, están coloreados de algún color en particular.
La idea, entonces, es descubrir el dibujo escondido en la plantilla, coloreando cada una de las celdas según nos indican los números al margen.

Picma no inventó nada, los nonogramas no son desconocidos en el mundo de los videojuegos.
Pero si algo brilla este juego es en la ejecución.

Con cinco niveles de dificultad y 12 acertijos por nivel, Picma promete tenernos ocupados por un buen tiempo.

Los primeros niveles son extremadamente simples y sirven a modo de tutorial.

Luego las cosas se complican.

De nonogramas de 10x10 celdas, pasamos a otros de 15x15 y 20x20, para finalizar con los dificilísimos 50x50.

Por si fuera poco, y si te quedas sin cosas que hacer, siempre puedes crear tus propios acertijos y compartirlos desde el sitio oficial con otros usuarios.

Lo dicho, Picma no es para todo el mundo, pero aquel que se enganche va a querer más y más y más.

Si los sudoku fueron tus preferidos pero ya te cansaron, como me pasó a mi, esta es la solución.
La resolución de los acertijos es muy similar a la de los susodichos, y la recompensa es mucho más gratificante. Siempre sucede que, a mitad de camino, uno se pregunta qué demonios es la figura escondida.


Por eso, cuando lo terminamos, es como una revelación: “Ahhhhhh, ¡era un trébol de cuatro hojas!”

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