24 febrero 2010

Mosquitos alterados contra el dengue

Muchos países, casi todos ellos del tercer mundo, sufren las consecuencias del dengue, una enfermedad viral aguda que se propaga entre las personas a través de la picadura de las hembras de mosquito Aedes aegypti.

La enfermedad es más frecuente (y peligrosa) en niños y personas mayores, y se caracteriza por una fiebre de aparición súbita que dura entre tres y cinco días.

Las altas temperaturas son acompañadas por fuertes dolores de cabeza, articulaciones y músculos.

Una variedad de la enfermedad, el dengue hemorrágico (DH), incluso suele resultar mortal debido a la pérdida de líquido y sangre por trastornos de la coagulación.


El mosquito Aedes aegypti puede encontrarse en los trópicos, en África, al norte de Australia, en Sudamérica, Centroamérica y México.

Desde hace algunos años también está comenzando a proliferar por algunas regiones de Norteamérica y Europa.

Una de las formas de evitar la propagación de la enfermedad es reduciendo fuertemente la población de mosquitos, y según aparece publicado en el ultimo número de Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, eso es lo que intentan hacer los científicos británicos de la Universidad de Oxford.


Las hembras de Aedes aegypti son las que pican.

Al igual que se ha hecho con otros insectos, por ejemplo con la mosca de la fruta, la ingeniería genética permite modificar su ADN para que el numero de individuos disminuya.

Esto se logra cambiando algún gen de forma que las crías, por algún motivo, resulten estériles o con limitaciones físicas que les permitan alimentarse o atacar a los humanos.

En el caso del Aedes aegypti, los científicos del equipo dirigido por Luke Alphey, de la Universidad de Oxford en Gran Bretaña, han elaborado un mecanismo que permite cambiar los datos genéticos de los machos para que al copular con las hembras solo nazcan crías sin alas.

Las hembras necesitan la sangre de sus víctimas para poder completar su ciclo vital, pero al no tener alas mueran en tierra sin posibilidad de “picar” a nadie ni de reproducirse nuevamente.

Los investigadores, algunos de los cuales mantienen intereses comerciales con la empresa Oxitec Ltd., aseguran que su tecnología “es completamente específica para esta especie, ya que los machos diseminados sólo se acoplarán con las hembras de la misma especie”.

En efecto, el procedimiento consiste en criar una gran cantidad de estos mosquitos genéticamente modificados, todos machos que no atacan a los humanos, para luego dejarlos en libertad en las zonas donde se quiere controlar la plaga.

Si su número es lo suficientemente importante en relación con los mosquitos “normales” que se encuentran en el lugar, la mayor parte de las hembras resultaran fecundadas por los mosquitos alterados genéticamente y sus crías no podrán volar.

Luego de una generación, el numero de mosquitos habrá descendido. Alphey dice que este método de control de la población de Aedes aegypti “es mucho más específico y favorable para el ambiente que otros enfoques que dependen del uso de insecticidas, que dejan residuos tóxicos.

Como decíamos, este sistema se ha utilizado antes, incluso en el control de la transmisión de enfermedades similares, por lo que su eficacia está comprobada.

Aún así, los autores esperan a ver como actúa en el caso especifico de este mosquito, antes de intentar adaptarlo a enfermedades como el paludismo y la fiebre del Nilo.

La investigación del equipo de Oxford fue financiada por la Universidad de California y el Instituto Nacional de Salud

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